DESARROLLO EMOSIONAL DEL ADOLESCENTE
Se señala que el adolescente experimenta un notable desarrollo en esta etapa en el descubrimiento de la vida interior se distinguen distintas fases:
- El descubrimiento del yo que suele comenzar a los 13-14 años debido a la experiencia del primer amor, los deseos contrariados o la lectura de un libro.
- El gusto por la soledad. Les permite conversar consigo mismo, mantener el secreto sobre los sentimientos y pensamientos y poder manifestarlos solo a quien quiera.
- El gusto por el recogimiento. Orienta sus reflexiones hacia el futuro y sus preocupaciones diarias.
- El egoísmo o culto que el adolescente profesa a su individualidad, a cuanto de original hay en su yo. Dicho culto se manifiesta por la avidez en desarrollar sus potencialidades recién descubiertas y en la repulsión hacia todo aquello que pueda limitarlo o hacer perder su originalidad. Por ello, los adolescentes desean experimentar con todo y no renunciar a nada.
- La exaltación o admiración por el yo. Tienen la creencia de que en su yo íntimo hay algo único, genial y diferente a los demás. Dicha creencia suscita un afán de poder y mando que sorprende e irrita al adulto, también puede conducir a conductas más o menos inadaptadas frente al mundo exterior.
Al comienzo de este estadio el adolescente busca valores realizados de forma concreta en personas cercanas (padres, profesores) o lejanas (ídolos) a los cuales imita y con los cuales procura identificarse Pero a medida que gana terreno el pensamiento abstracto, el adolescente no personaliza los valores sino que crea su propio ideal a partir de modelos inventados
- El descubrimiento del yo que suele comenzar a los 13-14 años debido a la experiencia del primer amor, los deseos contrariados o la lectura de un libro.
- El gusto por la soledad. Les permite conversar consigo mismo, mantener el secreto sobre los sentimientos y pensamientos y poder manifestarlos solo a quien quiera.
- El gusto por el recogimiento. Orienta sus reflexiones hacia el futuro y sus preocupaciones diarias.
- El egoísmo o culto que el adolescente profesa a su individualidad, a cuanto de original hay en su yo. Dicho culto se manifiesta por la avidez en desarrollar sus potencialidades recién descubiertas y en la repulsión hacia todo aquello que pueda limitarlo o hacer perder su originalidad. Por ello, los adolescentes desean experimentar con todo y no renunciar a nada.
- La exaltación o admiración por el yo. Tienen la creencia de que en su yo íntimo hay algo único, genial y diferente a los demás. Dicha creencia suscita un afán de poder y mando que sorprende e irrita al adulto, también puede conducir a conductas más o menos inadaptadas frente al mundo exterior.
Al comienzo de este estadio el adolescente busca valores realizados de forma concreta en personas cercanas (padres, profesores) o lejanas (ídolos) a los cuales imita y con los cuales procura identificarse Pero a medida que gana terreno el pensamiento abstracto, el adolescente no personaliza los valores sino que crea su propio ideal a partir de modelos inventados
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